sueños

Mi Regreso, entre Otras Cosas

Primero que nada quiero disculparme por haberme ausentado demasiado. Muchas cosas ocurrieron en mi vida, cosas que quería resolver primero antes de retomar lo demás.

De hecho, fue bueno… para mí. ¿Por qué? Resulta que en los meses en los que estuve ausente comencé a cuestionar mi estadía en la universidad.

Los horarios se transformaban en una mierda a medida que el tiempo pasaba. Un poco más y querrán citarme a las 5 de la mañana para las clases de Enfermedades Infecciosas. Los que programan estos horarios no piensan en lo más mínimo en el alumno, todo está diseñado cuidadosamente para mantenerte esclavizado. Lo que se supone es una casa del saber se ha vuelto un campo de concentración para mí, por lo tanto, tomé la decisión de mandar al carajo a la UNPRG, y eso no les gustó a mis padres para nada, incluso tuve que separar mi celular de mi oído debido a las vociferaciones.

Recuerdo que la noticia de mi retiro llegó a oídos de mis compañeros, y noté un común denominador en sus respuestas: «Quédate para que saques tu título». ¿Título? Opino que el título universitario (ese papel que colgarás en la pared de tu casa y mirarás todos los días antes de que vayas a trabajar en el cajero de supermercados Metro) está demasiado sobrevalorado. A la mayoría de universitarios nada más les interesa terminar y obtener un título, en vez de preocuparse por ser buenos profesionales. Pero a diferencia de ellos, yo sí tengo dignidad. ¿En qué sentido digo esto? Que muchos prefieren aguantar abusos por un pedazo de cartón. Yo no tengo porqué hacer lo que los demás hacen, es muy su rollo, no el mío.

Estos meses fueron luchas con mi familia, que a la larga terminé ganando yo. Ya que tengo suficiente tiempo libre, puedo dedicarme a hacer ejercicios (los cuales hacía casi a diario en Pimentel, pero desde que vine a vivir a un cuarto alquilado en Lambayeque y por las clases lo dejé en StandBy), y ya estoy trabajando para comprarme un instrumento musical, desde niño siempre quise ser músico. No tiene nada de malo querer seguir tus sueños, varios lograron hacer sus sueños realidad y se dedican a ello como su sustento. Si uno trabaja en lo que ama, lo demás vendrá por añadidura.

Estamos en contacto.